The Lady from Shanghai, 1947
La dama de Shanghái es un clásico del cine negro que combina intriga, romance y traición en una trama llena de giros y sorpresas. Orson Welles interpreta a Michael O'Hara, un marinero irlandés que se enamora de Elsa Bannister (Rita Hayworth), la esposa de un abogado inválido (Everett Sloane) que le ofrece trabajar en su yate. Sin embargo, lo que parece una aventura idílica se convierte en una pesadilla cuando el socio del abogado (Glenn Anders) le propone a Michael fingir su asesinato para cobrar el seguro de vida. A partir de ahí, se desencadena una serie de acontecimientos que pondrán en peligro la vida de Michael y revelarán los oscuros secretos de Elsa.
La película es una obra maestra de la dirección de Welles, que crea una atmósfera de suspense y misterio con su uso de la cámara, el montaje y la iluminación. La escena final en el salón de los espejos es una de las más famosas y originales de la historia del cine, por su simbolismo y su impacto visual. Welles también demuestra su talento como actor, dando vida a un personaje complejo y carismático, que narra la historia en primera persona con su voz inconfundible.
Rita Hayworth, por su parte, realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera, rompiendo con su imagen de sex symbol y mostrando su versatilidad como actriz. Su personaje de Elsa es una mujer fatal, seductora y manipuladora, que esconde un pasado turbio y una personalidad ambigua. Hayworth sorprendió al público y a la crítica con su cambio de look, al teñirse el pelo de rubio platino por exigencia de Welles, que quería alejarla de sus anteriores roles.
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